La responsabilidad social es el compromiso que debe de tener cada persona para contribuir a una sociedad mejor. Y es que hay muchas formas de mostrar la responsabilidad social, sin embargo, hoy hablaremos de dos objetivos importante como lo son el cuidado del medio ambiente y el fomentar una sociedad más justa para todos.

En un principio, la responsabilidad social se originó después de hacer consciencia sobre los daños que estamos ocasionando al medio ambiente. A partir de esta necesidad, se han creado programas en escuelas en donde se fomenta la labor de proteger el mundo que nos rodea y al cual le debemos mucho.

Pero ¿Cómo podemos fomentar la responsabilidad social en un niño?

Todo comienza en casa, ya que hacer a los chicos conscientes de que sus buenas acciones pueden contribuir a un mundo mejor, es pieza clave. Sin embargo, la escuela también debe hacer un papel fundamental para que los valores que se fomenten en casa sigan presentes en el centro de estudio.

Por eso al buscar institución para nuestros hijos es importante informarnos sobre los valores y objetivos de aprendizaje que la institución tiene. Debemos de recordar que no solo debemos ver el plan de estudios sino también como nos apoyan a formar mejores seres humanos.

Algunas herramientas que podemos tomar en cuenta para potenciar la responsabilidad social de nuestros chicos son:

• Consciencia sobre sus acciones: Cada actividad que ellos realicen, desde que se despierte hasta que termine su día, será hecha con una mayor consciencia sobre lo que es mejor para su entorno y para quienes lo rodean. Por ejemplo, actividades como separar la basura, serán parte de su rutina y lo verá como un beneficio para su entorno y no como una tarea más.
• Ser una persona más confiable: Un niño preocupado por los demás genera confianza en quienes lo rodean. Además, el estar al tanto de las buenas acciones de las que puede ser partícipe en su día a día, lo puede convertir en un gran líder.
• Cuidará del medio ambiente: En la actualidad el cuidado del medio ambiente es una prioridad. Por esto, muchos colegios han comenzado a desarrollar programas que contribuyan a formar niños responsables con su entorno, buscando que, en un futuro, existan buenos resultados.
• Será un mejor ser humano: Una de las características de la responsabilidad social es el respeto. Este valor ayuda a entablar relaciones más sanas de amistad y de compañerismo, llevando a los niños a ser mejores seres humanos.
• Será más empático con quienes lo rodean: La empatía es el poder percibir los sentimientos y las emociones de los demás, y partir de ahí, entender y ayudar a quien lo necesite. Lamentablemente, suele ser una capacidad que no todas las personas llegan a desarrollar; sin embargo, es vital para vivir en sociedad.