La toma de decisiones es una habilidad que ayuda a los niños a ganar confianza y autoestima. También les permite sentirse más cómodos en un entorno determinado y tener confianza en lo que va a ocurrir. Poder expresar sus preferencias es una buena manera de aumentar su compromiso e implicación en la tarea y también ayuda a reducir posibles problemas de comportamiento relacionados con la ansiedad y el estrés.
Algunas estrategias para enseñar a los chicos a tomar decisiones son:
- Anticipar las opciones y explica a tu hijo en qué consiste la toma de decisiones: Es importante explicar cómo se puede tomar una decisión y lo que esto significa. Es recomendable ilustrar con ejemplos como: ¿Qué te gustaría comer esta noche? O ¿Cómo quieres vestirte? En este caso el niño debe de elegir.
- Ofrecer la posibilidad de elegir entre 2 o 3 opciones diarias: Aprovechar la rutina diaria para dar la oportunidad de hacer una elección tanto como sea posible y necesario. Por ejemplo, Hoy hace sol, ¿prefieres ponerte un pantalón o short? De este modo el niño tiene la oportunidad de elegir entre algunas opciones, mientras se le da la información necesaria.
- Utilizar ayudas visuales para facilitar la toma de decisiones: Para los niños, las imágenes pueden ayudarles a elegir. Es una forma eficaz de procesar y comprender la información. Así que, además de verbalizar, se puede mostrar opciones de este modo. Por ejemplo, se puede mostrar fotos de diferentes platos para que ellos elijan sus alimentos.
- Fomentar la resolución de problemas: También es importante enseñarles a resolver problemas, por ejemplo, mediante juegos. Por ejemplo, con un ¿Qué harías si…? Esto permitirá enfrentarse a los inevitables retos que puede encontrar en la vida, ser resistente y recuperarse de situaciones incómodas.
- Destacar las consecuencias de una elección: Hacer conciencia de los resultados positivos y negativos de las conclusiones de una elección. Los chicos entenderán la importancia de hacer una elección consciente. Por ejemplo, se les puede indicar algo como: si haces tal cosa; pasará x o y resultado.
- Planificar y establecer objetivos con ellos: Fijar metas significa ser capaz de identificar tu objetivo y establecer los diferentes pasos que te permitan alcanzarlo. Poe ejemplo se puede sugerir elegir un objetivo y luego discutir con ellos los diferentes pasos para llegar a él y los recursos que podrían ser necesarios.
- Ayudarles a autorregularse para que puedan decidir: Explicar la importancia de la autorregulación permite a las personas tener más control sobre sus vidas gestionando su propio comportamiento. Por ejemplo, si tenemos un hijo hiperactivo o inquieto, deberíamos enseñarle a autorregularse de manera tal que pueda hacerlo de la mejor manera. Al autorregularse y ayudar a tu hijo a hacerlo, también podrá concentrarse más en una tarea específica y pensar en la elección que tiene que hacer.
- Aceptar el fracaso: Una vez que el niño se fija metas y ha tomado una decisión, puede encontrar fallos en los pasos para llegar a la meta. En el transcurso del trabajo para llegar al objetivo también se pueden dar cuenta de que, después de todo, no conviene. En este caso mostrar resiliencia permite avanzar y recuperarse, en este caso el fracaso no es inevitable. Aquí lo importante es apoyar al chico cuando se sienta frustrado, dejando claro que los errores están permitidos.
- Aprender jugando: Un enfoque lúdico permitirá al niño practicar y reflexionar sobre el proceso de la toma de decisiones. Esto puede hacerse mediante juegos de rol o juegos de reflexión, como los rompecabezas. La importancia radica en explicar las opciones y las consecuencias.
Recordemos que comunicarse verbalmente o con la ayuda de dibujos, escuchar activamente, dar ejemplos, dejar que el niño elija su propio objetivo; son estrategias que ayudarán al chico a tomar decisiones.